“Llamale jacuú al plátano y la yuca, majao a la comida. Y, sin ruborizarte, pronunciá Santa Crú” (Raúl Otero Reiche)
Los estudiosos señalan la existencia de distintos tipos de variedades lingüísticas. La variedad diacrónica, que hace referencia al espacio temporal; la variedad diatópica al espacio geográfico; la variedad diastrática al grupo social, y; la variedad diasfásica a la situación específica del hablante.
Las lenguas que lograron una expansión territorial significativa nos dan numerosos ejemplos en esta materia. En algunos casos, las variaciones dan origen a nuevas lenguas o, al menos, a notorias variedades. Ejemplos relativamente cercanos y ampliamente conocidos pueden ser el castellano, el portugués y el inglés.
Refiriéndose al mundo hispánico, Francisco Moreno considera que es un inmenso sistema geo-socio-lingüístico, con su centro y su periferia y, por tratarse de una realidad cultural y lingüística tan rica y compleja, cabe hablar de diversos centros con sus respectivas periferias. Por este motivo tenemos instituciones académicas que trabajan arduamente por conseguir la cohesión y estandarización de la lengua, sobre todo para fines académicos, admitiendo así variedades de los distintos centros y periferias.
Moreno considera que el hablante, mediante los usos lingüísticos, invita a sus interlocutores a compartir su proyección del mundo y sus actitudes hacia él. Por eso, ningún grupo humano debe sentir vergüenza de compartir su forma de ver la vida; caer ante el acomplejamiento significa relegar la riqueza cultural y la propia identidad al vacío, significa dejar que cualquiera diga quiénes somos, qué pensamos, qué queremos, y que finalmente nos lo terminemos creyendo.
Agencias publicitarias, medios de comunicación y presentadores locales deben analizar si están haciendo verdaderamente bien su trabajo. Es realmente cansino escuchar cómo nos venden productos y nos informan con fingidos y mal imitados acentos extraños, infravalorando y negando la belleza de lo propio. Ahora bien, cabe aclarar que no existen variedades lingüísticas superiores o inferiores, simplemente existen variedades, todas ellas igualmente ricas y respetables.
Estemos orgullosos de nuestra variedad lingüística porque es la huella más primigenia de nuestra cuna y origen. Abramos nuestras puertas diciendo quienes somos, sin ningún tipo de complejo, así no dejamos espacio a odiosas mal interpretaciones.
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